Un sacerdote de la ciudad filipina de Zamboanga ( el sexto en menos de seis años) perteneciente a la región IX de algo más de 775.000 habitantes falleció hace 2 meses durante una sesión de exorcismo hacia una niña posesa. Después de más de una hora de luchar contra el demonio que se le había metido en el cuerpo a la pequeña y conseguir vencerlo el sacerdote falleció al salir volando por una ventana de la habitación y estrellarse contra un árbol que se encontraba a 20 metros. Testigos que presenciaron el acto estaban aterrorizados, la temperatura de la habitación bajó a casi 0º, la niña se elevaba en el aire junto con la cama y no paraba de proferir insultos de todo tipo, rompió varias veces unas fuertes correas que la sujetaban a la cama en dos ocasiones y giraba la cabeza 360º. Parece que ésa zona a las afueras de Zamboanga es bastante dada a los demonios que campan a sus anchas. Con éste sacerdote ya son cinco los que han caído en acto de servicio en menos de 6 años. También hay que decir que recibió la medalla al valor a título póstumo otorgada por el obispo de la región. De hecho, según comentaron fuentes cercanas, parece que la iglesia tiene problemas para cubrir las bajas ya que no todos se atreven a presentar sus oficios en ésa zona, la cual junto a algunas de África son las más peligrosas como destino desde el Vaticano. Normalmente hay que añadir que los destinados a éstas zonas tan peligrosas son sacerdotes recién salidos del seminario por lo que la falta de experiencia quizá sea una de las causas de las numerosas bajas.
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