El exorcismo es una práctica antigua que se realiza contra
él poder del “diablo”, en esta práctica, el sacerdote autorizado por el obispo
debe expulsar presencias demoniacas de la persona que esté poseída.
Estas ceremonias incluyen la oración, la producción de malos
olores, quemar incienso, pronunciar vituperios y el uso de sustancias sagradas
como hierbas, agua bendita o sal.
Esta es la definición que la iglesia le da al exorcismo,
pero vale aclarar que los exorcismos no siempre se realizan, pues la
mayoría de los sacerdotes delegados por el obispo como exorcistas envían a la
persona con un psiquiatra antes de realizar el exorcismo.
Desde el punto de vista de la psiquiatría el exorcismo no es
tan sobrenatural, es más bien un problema de histeria, donde se pueden
presentar alucinaciones, vomito persistente, perturbaciones de la visión, trastornos
como personalidad múltiple, por ejemplo; una persona puede cambiar de ser
“Bibiana” a el espíritu de un niño.
Otra patología que se puede presentar en un caso de estos es
la “Amnesia psicógena” En ella el individuo no puede recordar acontecimientos
en un determinado momento, por ejemplo, la persona “poseída” tiene los
episodios de “posesión” y momentos después no recuerda nada de lo ocurrido.
También se pueden dar en estas personas alucinaciones
continuas, auditivas como escuchar pasos o sentir presencias.
Las personas que presentan esta patologías están
clasificadas dentro del trastorno disociativo por trance o posesión, esto se da
cuando la persona presenta un gran nivel de alteración, perdida de la identidad
habitual.
Estudios han demostrado que en la mayoría casos en que se da
la “posesión” las personas que la sufren son narcodependientes y la causa del
trastorno puede ser una intoxicación causada por ese agente.
En otros casos se presentan por problemas psicológicos
reprimidos y la única forma que la persona encuentra para estallar es la de
creer que un demonio la posee, la mayoría de personas que padecen estos casos
son emocionalmente inestables o fácilmente sugestionables.
Por ejemplo cuando una persona asiste a un rito
satánico, o alguna de estas prácticas que religiosa y socialmente están mal
vistas pueden llegar a un grado de sugestión en el cual desarrollan los
“síntomas” que exige la iglesia para realizar un exorcismo.
Esta conducta no es pensada por la persona estos
comportamientos vienen del inconsciente, en muchos momentos la persona llega a
ver tumbas, personas practicando maleficios en contra de ella, la mente la
lleva a imaginar momentos que parecen reales y olvidan otros.
Podemos ver que en la medida que el tiempo transcurre estos
fenómenos “sobrenaturales” van teniendo explicaciones desde la psiquiatría,
incluso muchos teólogos invitan a la iglesia a hacer la reflexión de cuando una
persona presente esta patología enviarla donde un psiquiatra en vez de donde un
exorcista.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario